8 de julio de 2023 · 20h.

Medea

De Georg Anton Benda

¡Desencadénate, tormenta, y lanza tus aullidos!

El libretista Friedrich Wilhelm Gotter designó a Medea como asesina llevado por el juicio previo que Eurípides había ejercido injustamente sobre ella, puesto que el final truculento en el que arrebata la vida intencionadamente a sus hijos, por sed de venganza, se aleja de la realidad. Era sabido en Corinto que nuestra protagonista los había matado por accidente cuando pretendía convertirlos en inmortales.¿Por qué nos ha llegado su historia de este modo alentando la violencia vicaria? Es bien sabido que la historia la cuentan los vencedores -y sus semejantes-, y para Friedrich Wilhelm Gotter y Eurípides era mucho más plausible creer en ese arrebato animal propicio al filicidio de parte de una mujer despechada, que su intención de salvarlos en la inmortalidad, pero… ¡Ay! No hay nada como el amor… Dicen que no hay nada como el amor de una madre hacia sus hijos, ¿no es ese pensamiento una manera de neutralizar el sentir de una mujer? ¿De bloquear sus pasiones? ¿De robarle su libertad? ¿Una mujer debe amar a sus hijos por encima de sí misma y de su dolor? ¿Por encima de sus pulsiones? Parece que Medea ha sido condenada por abrazar al eros por encima del ágape. Ha sido juzgada y declarada culpable de ser la peor madre del mundo, sentenciada durante siglos en una historia que nos han hecho creer como cierta. En el caso de mi propuesta escénica, no será así.

“MEDEA, LA DESGRACIADA,
-DECÍA EURÍPIDES-
REPITE A GRITOS LOS JURAMENTOS,
CONSUME TODO SU TIEMPO ENTRE
LÁGRIMAS,
ABORRECE A SUS HIJOS
Y
DIRIGE A LOS SIRVIENTES UNA
MIRADA DE LEONA RECIÉN PARIDA”
MEDEA
MEDEA
MEDEA ES UN ANIMAL

En el templo de la honorable Juno, víctima de innumerables infidelidades, diosa del matrimonio, la fertilidad y la familia y a su vez reina de todos los dioses, (no es baladí la elección del espacio por parte del libretista) la heroína Medea, aún enamorada ciegamente de Jasón, se muestra como un animal femenino y feroz.Ella, ahora loba, sabe ser matriarca pero sin llegar a perder su propia individualidad que es la que le convierte en la hembra alfa. Tiene un gran sentido de la protección y de la familia… pero… ha sido herida. La unidad de la manada se rompe por culpa de la deslealtad de Jasón con Creusa, y Medea se convierte en la mayor depredadora de la historia de los corazones rotos tras ser lastimada.La actriz Carmen Conesa (Medea) parte de ese profundo e inefable dolor que le lleva a transformarse en la loba que guarda dentro sí, al debatirse entre el amor materno y la venganza. Entre el AMOR (en mayúsculas y negrita) y el amor. Como si de un estado de licantropía temporal se tratase, esta Luperca manifiesta su dolor físico y moral a través de gestos y gritos terribles. Aúlla al despertar de su letargo de benevolencia emocional, se retuerce y pretende dar de mamar a sus crías. Pero al igual que en la oscuridad profunda de Lady Macbeth, desea convertir su leche en hiel. De este modo sus lobatos -encarnados por Ara Contreras y Ricardo Barrul (que a su vez también interpretan a la nodriza y a Jasón) se convierten en las víctimas visibles de este drama lupino. Medea es pasión, una loba capitolina que nos da de mamar a todas las mujeres del siglo XXI.

Duración: 90 minutos.
Edad recomendada: mayores de 18 años.